ERA, calle de la
(de la Avda. de Juan Carlos I al camino vecinal de Pelayos de la Presa)
Denominaciones anteriores: su último tramo se llamó hasta 1998 "Calle de Oviedo"
Se formó ésta entre finales de los años 1970 y principios de los 80 en el tramo inicial del camino que conduce a Pelayos, siendo continuación de la calle del Cerro tras cruzarse la carretera de Cadalso. Sus márgenes ofrecen chalets con jardín, que son el único modelo de construcción en ésta calle. Al final de la calle comienza el camino que asciende por los cerros y montes del norte de Villa del Prado y lleva hasta Pelayos de La Presa.
La calle de la Era recibe su nombre al estar construída muy cerca de unas eras altas que había mirando hacia la zona de Picañejo, las cuales existieron hasta comienzos de la década de 1990, aunque ya sin uso en sus últimos dias, junto con una portalera de labor aislada en el campo. Las eras, en general, son una importante pieza de la antigua vida agrícola de Villa del Prado. Había eras repartidas por todos los alrededores del pueblo, de las cuales queda apenas alguna hoy día, aunque algunas sobrevivieron hasta casi el año 2000. Las eras de Villa del Prado reciben su justo homenaje en ésta calle pues fueron lugar de labor con las trillas, cánticos de labradores mientras trabajaban, meriendas familiares en las tardes de verano y lugar de paseo y encuentro.
El camino de Pelayos es en todo su trazado, bastante escarpado y atraviesa unos paisajes de gran belleza. A lo largo de más de una decena de kilómetros de camino montaraz podemos observar gran parte de la flora y vegetación características del municipio pradeño y sus alrededores. Pinos, encinas, enebros, jaras, tomillos y otros matorrales, así como flores silvestres de temporada jalonan éste camino, tal vez el más hermoso de los caminos vecinales que salen de Villa del Prado. Frecuentado hoy en día por paseantes, ciclistas y motoristas, éste camino de gran antigüedad sale atravesando bosques de encinas y jarales en línea recta por el norte del término municipal y se adentra en el de San Martín de Valdeiglesias, pasando una pequeña laguna natural y adentrándose después entre bosques de pinos en el término de Pelayos de la Presa donde se desvía en la margen izquierda hacia el mencionado pueblo y a la derecha hacia la cola del pantano de Picadas donde está la depuradora y zona de picnic, desembocando en la carretera 501, cerca también del pueblo de Pelayos.
Denominaciones anteriores: su último tramo se llamó hasta 1998 "Calle de Oviedo"
Se formó ésta entre finales de los años 1970 y principios de los 80 en el tramo inicial del camino que conduce a Pelayos, siendo continuación de la calle del Cerro tras cruzarse la carretera de Cadalso. Sus márgenes ofrecen chalets con jardín, que son el único modelo de construcción en ésta calle. Al final de la calle comienza el camino que asciende por los cerros y montes del norte de Villa del Prado y lleva hasta Pelayos de La Presa.
La calle de la Era recibe su nombre al estar construída muy cerca de unas eras altas que había mirando hacia la zona de Picañejo, las cuales existieron hasta comienzos de la década de 1990, aunque ya sin uso en sus últimos dias, junto con una portalera de labor aislada en el campo. Las eras, en general, son una importante pieza de la antigua vida agrícola de Villa del Prado. Había eras repartidas por todos los alrededores del pueblo, de las cuales queda apenas alguna hoy día, aunque algunas sobrevivieron hasta casi el año 2000. Las eras de Villa del Prado reciben su justo homenaje en ésta calle pues fueron lugar de labor con las trillas, cánticos de labradores mientras trabajaban, meriendas familiares en las tardes de verano y lugar de paseo y encuentro.
El camino de Pelayos es en todo su trazado, bastante escarpado y atraviesa unos paisajes de gran belleza. A lo largo de más de una decena de kilómetros de camino montaraz podemos observar gran parte de la flora y vegetación características del municipio pradeño y sus alrededores. Pinos, encinas, enebros, jaras, tomillos y otros matorrales, así como flores silvestres de temporada jalonan éste camino, tal vez el más hermoso de los caminos vecinales que salen de Villa del Prado. Frecuentado hoy en día por paseantes, ciclistas y motoristas, éste camino de gran antigüedad sale atravesando bosques de encinas y jarales en línea recta por el norte del término municipal y se adentra en el de San Martín de Valdeiglesias, pasando una pequeña laguna natural y adentrándose después entre bosques de pinos en el término de Pelayos de la Presa donde se desvía en la margen izquierda hacia el mencionado pueblo y a la derecha hacia la cola del pantano de Picadas donde está la depuradora y zona de picnic, desembocando en la carretera 501, cerca también del pueblo de Pelayos.
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Pelayos de la Presa, antigua y pequeña localidad situada justo al norte de Villa del Prado centra su historia alrededor del monasterio que la dio vida, un soberbio monasterio de origen medieval y reconstruído en el siglo XVI, que hoy está en ruinas tras el "Mendizabalazo" de 1836. Tiene una amplia tapia que lo rodea, pero desde su exterior pueden observarse parcialmente sus vetustas e imponentes ruinas que merecen una consolidación y restauración al ser éste monasterio el más preciado bien cultural que posee Pelayos.
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