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LAS CALLES DE VILLA DEL PRADO

FRANCISCO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, calle de

FRANCISCO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, calle de

(de la Avda. de El Alamín a la C. de La Torre)

Calle formada hacia el año 2001 sobre una antigua tierra de labranza. Está compuesta por modernas viviendas adosadas con jardincillo.

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D. Francisco Rodríguez Fernández-Vítora nació en El Romeral (Toledo) en 1886. Llegó con su familia a Villa del Prado a comienzos del siglo XX y en el año 1907 se convirtió en sacristán y organista de la parroquia. De mayor fue conocido como "El Sr. Paco". Al llegar al pueblo, recopiló muchas canciones de Misa y populares de Villa del Prado y escribió algunas partituras. Durante sus largos años de trabajo, dirigió y enseñó a varias generaciones de jóvenes del pueblo para cantar, aprender música, ayudar a Misa, tocar las campanas etc.

D. Francisco Rodríguez fue, además de sacristán y organista, secretario del juzgado municipal y director de la banda de música del pueblo. Es recordado por ser una persona amable y muy participativa en el pueblo. Compuso pasodobles y otras obras musicales. Debido a su intensa y larga labor, recibió en 1969 la Medalla al Mérito en el Trabajo concedida por el ministro Romeo Gorría. Su labor de organista se prolongó toda su vida, falleciendo D. Francisco en 1975.

Cuántas imágenes se acumulan del paso del buen Sr. Paco por el pueblo; cuántos momentos los jóvenes del pueblo movieron los fuelles del órgano y las chicas cantaron bajo la dirección de aquel músico que mantuvo despierto aquel instrumento cuidándolo para poder haber llegado hasta nuestros días. Largos ratos también afinando y cuidando el viejísimo órgano que había en la ermita de La Poveda. Trastadas de monaguillos por los cuartos de campanas, aprendizaje de solfeo y pequeñas canciones al piano, son algunas de las imágenes que rodean la vida de D. Francisco, que recibe su homenaje en ésta nueva calle.

FRANCISCO CALÉS OTERO, plaza de

Se encuentra ésta plaza en un cruce de varias vías y caminos importantes, al sur del casco urbano. En la antigüedad era simplemente el comienzo de la carretera de Escalona, actual Avenida de Alamín. Ésta zona se fue ampliando entre finales del siglo XIX y principios del XX y ha sufrido varios cambios desde entonces. Cuando fue inaugurado el ferrocarril , las vías atravesaban parte de ésta actual plaza y además, el arroyo de la Plaza también pasaba por aquí, inmediato al lugar donde está el actual colegio, cruzándose caminos, vías y arroyo con puentecillos. La actual plaza se fue formando definitivamente con la construcción del colegio de Nuestra Señora de La Poveda hacia 1980, sobre una antigua tierra vacía. Junto a él se hizo un parque con árboles y césped que hacia 1990 fue desmantelado para construir un nuevo pabellón del colegio para cursos inferiores. A finales de la década de 1990 se trasladó a ésta plaza el monumento al agricultor, y en el año 2004 se ha reformado el pavimento.

El edificio que actualmente ocupa la Casa de niños, da con una de sus puertas y su sencilla pero hermosa fachada a la Plaza de Francisco Calés. Se construyó en la década de 1940 como colegio masculino para cursos bajos. Fue una importante novedad, pues sustituía las anacrónicas y pequeñas escuelas de los bajos del Ayuntamiento, que funcionaban desde hacía siglos en casi las mismas dependencias. Paralelamente se hizo el colegio femenino en la Plaza Mayor, del que hablaremos posteriormente. El colegio del que ahora hablamos se llamó desde su fundación "Grupo Escolar Teodoro Revuelta Escribano", en honor del arquitecto que lo diseñó, perteneciente a Falange Española. Funcionó como colegio hasta 1990, año en que al construirse el edificio de enfrente sobre el parque que había, se ingresó a los alumnos al curso siguiente en el nuevo aulario y el "Teodoro Revuelta" fue convertido en escuela de música, función que desempeñó hasta finales de la década del 90, en que fue pintado, rehabilitado y convertido en la actual Casa de Niños. El edificio presenta una arquitectura de tipo historicista, de tendencias manchegas o mesetarias españolas, con tres arcos de medio punto en la fachada, que hacen de portada. Estuvo también coronado por unas agujas de zinc en el tejado, muy decoradas con filigranas, que le daban un aspecto más barroco.

El edificio principal del Colegio Público Nuestra Señora de La Poveda fue construído hacia 1980, en un estilo meramente funcional y respondió a las necesidades del creciente número de alumnos en edad escolar del pueblo y hoy en día continúa ejerciendo la notable función.

El monumento al agricultor, situado en el centro de la plaza, fue realizado por el escultor pradeño y catedrático de Bellas artes Miguel Ángel Sánchez hacia 1975. En su origen estuvo situado en la Plaza Mayor y a finales de la década de 1990 se trasladó a su actual emplazamiento. Consta de cuatro relieves colocados sobre un paralelepípedo de hormigón. Dos de los relieves presentan sendas imágenes de un agricultor típico del pueblo y una mujer agricultora. Los otros dos relieves representan un conjunto de frutos y hortalizas.

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D. Francisco Calés Otero nació en 1925 y fue uno de los notables personajes de la cultura en Villa del Prado, en éste caso, músico profesional. Compuso numerosas obras de carácter contemporáneo y también pasodobles. Era hijo del también compositor D. Francisco Calés Pina, autor del Himno a la Virgen de La Poveda en 1939. Su mayor satisfacción, navegar por el universo de las notas musicales y sentarse a las teclas del piano. Muchos son los recuerdos de jóvenes del pueblo, amigos y amigas de sus hijas, que cuando acudían a casa de Francisco, éste cantaba y componía cancioncillas rápidamente para distraerles en el momento. Fue director del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Falleció por desgracia tempranamente, a los 60 años, en 1985, y fue enterrado en Villa del Prado. Por aquellas fechas el ayuntamiento le dedicó a su nombre la actual plaza de la que hemos hablado.

FLORIDA CHICA, calle de la

(de la calle de la dehesa al límite con el campo)

Es ésta calle el camino que conduce al lugar de La Florida Chica, pavimentado hasta su tramo medio y ofreciendo algunas tapias de chalets en sus primeros metros y una vivienda moderna con herrén a la margen izquierda. Al final se encuentra el bello paraje de la Florida Chica, denominado así desde antiguo por ser de menor extensión que La Florida, situada mas abajo. La Florida chica ofrece un agradable paseo y arboleda de plátanos, chopos y dos álamos negros, a cuyos pies se alzan pequeños bancos de piedra para descansar. Junto a ésta pequeña arboleda discurre el cauce de un pequeño arroyo totalmente flanqueado de juncos y hierbas, verde en invierno y verde en verano. La florida Chica no consiste solo en su arboleda, sino en todo su entorno, el paisaje que lo rodea hacen del lugar un sitio idóneo para el paseo y el disfrute de la zona. Al fondo, continúa el camino encaramándose por en cerro en el cual se alza el depósito de aguas municipal. Un hermoso olivar y varias tierras áridas hacen de fondo ántes de la vista de dichos cerros.

Existió en éste lugar la Ermita de San Sebastián, que fue reconstruida en 1751 y posteriormente desapareció en su totalidad.

FLORIDA, Avda de la,

(ver: Constitución, Avda de)

F.E.V.E, calle de

(de la Avda. del Hospital a la plaza de toros)

Ésta calle está formada sobre los primeros metros de la antigua vía del tren en dirección a Madrid, inmediatamente al lado de la antigua estación. En sus márgenes presenta únicamente las tapias y puertas traseras de los jardines de los chalets que se construyeron allí a cada lado, y la calle en sí está sobrealzada del suelo inmediato, al ser una parte de la antigua vía. Es una calle corta, que no tenía denominación hasta que en 1998 se la puso el actual nombre, que son las siglas de la empresa "Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha", la cual se hizo cargo del tren de Villa del Prado en sus últimos días.

FERROCARRIL, calle del

FERROCARRIL, calle del

(de la C. de Méntrida a la Avda del Hospital)

Calle formada a finales de los años 1970 y principios de los 80 sobre unos antiguos terrenos de cultivo. Consta únicamente de chalets con jardín. Al hacerse ésta nueva calle, se decidió darla éste nombre en homenaje al ferrocarril Madrid-Villa del Prado-Almorox, que marcó una parte de la historia de nuestro pueblo y que pasaba muy cerca del lugar donde está ésta calle.

El tren funcionó, haciendo un excelente servicio, comunicando a Almorox y Villa del Prado con la capital, haciendo el recorrido en apenas 2 horas. En los últimos días, antes de desaparecer, se sustituyó la locomotora de vapor por un automotor diesel procedente de otra línea, en cuyo lateral se podía leer en un letrero mal borrado: "Compañía de ferrocarriles de Ceuta a Tetuán". Las locomotoras de vapor de aquel ferrocarril eran en su mayoría de la marca Krauss, fabricadas a finales del siglo XIX y principios de XX y llevaban cada una el nombre de las estaciones por las que pasaba el tren. Se inauguró éste ferrocarril en la década de 1890 y se suspendió en 1965, y en todo su recorrido ha dejado numerosas muestras y vestigios, puentes y un actual recorrido en forma de camino por el antiguo trazado de la vía.

FAISANES, calle de los

FAISANES, calle de los

(de la C. del Olmo a la Avda. del Hospital)

Ésta calle forma parte de la urbanización de chalets "Santa Lucía", construída a partir de 1980 sobre unos antiguos terrenos de labranza al sur del pueblo. A las calles de ésta urbanización se les dio entonces nombres de aves y plantas típicas del pueblo.

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El faisán común (Phasianus colchicus) es uno de los galliformes más extendidos por el campo de Villa del Prado. Todos los faisanes europeos proceden de Asia y fueron traídos a nuestro continente hacia el siglo IV desde la zona del Mar Negro al sur de Rusia, y posteriormente mezclados con otras especies de faisanes que han dado como resultado el actual faisán más conocido, de cara roja y cuello blanco.

EUSEBIO DURÁN BARRERAS, calle de

EUSEBIO DURÁN BARRERAS, calle de

(de la C. Francisco Sampedro Parro al límite con el campo)

Pertenece ésta calle a la nueva urbanización de chalets adosados construída hacia el año 2000 en la zona de San Roque, sobre unos antiguos campos de secano, junto a la carretera del hospital.

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Eusebio Durán Barreras nació en Villa del Prado en 1868, hijo de Lucas Durán y Bernardina Barreras y perteneciente a una familia de muchos hermanos, conocidos como "los cafés". Vivió en la calle de San Bruno y posteriormente en la Plaza Mayor, junto a la esquina conocida como "el rincón". Falleció en 1950. Al planificarse ésta moderna urbanización, el ayuntamiento decidió dedicar ésta calle a D. Eusebio Durán por haber sido alcalde del pueblo durante una parte del siglo XX.

ESTRELLA, calle de la

(de la Avda. de la Constitución a la calle del Generalísimo)

Calle de antigua denominación, no ha sido posible averiguar el origen de tal nombre, ni siquiera alguna hipótesis. Es una de las calles más estrechas del pueblo, en forma de cuesta, de trazado bastante antiguo y jalonada por casas en su mayoría tradicionales y humildes, de adobe y ladrillo. Destaca la casa grande construida por Sergio Salves en 1877, con rejería de hierro forjado de la época.

ESTACIÓN, paseo de la

ESTACIÓN, paseo de la

(de la C. Emma González Tablada a la Avda. del Hospital)

Se formó ésta calle en la década de 1970 y en su trazado, a su margen izquierda muestra primero las casas blancas del antiguo "Grupo José Antonio" y algunas viviendas más de tipo corriente, con fachada a la calle. El resto de la calle lo forman viviendas modernas adosadas con jardín delantero y patio trasero. En la margen derecha se encuentra el parque de la estación, conocido popularmente como "parque de abajo", construído también en la década de 1970, en el lugar donde pasaba la vía del tren hasta 1965. Siguiendo a éste se encontraba la explanada abierta de la estación del tren en la cual se alza hoy en día la residencia de mayores de la Comunidad de Madrid, inaugurada en el año 2003 y seguido a ésta, el centro de salud moderno, edificado en la década de 1990. Tras éste se encuentra la Plaza de Toros, inaugurada en 2002. Al poco de desaparecer el ferrocarril que pasaba por el pueblo, el ayuntamiento denominó a ésta calle de entonces reciente formación como "paseo de la Estación" en homenaje a aquel edificio que tanto progreso y comunicación trajo al pueblo durante 70 años.

La estación de tren de Villa del Prado fue construída en la década 1890, cuando se tendió la línea que unía nuestro pueblo con Almorox y Madrid. Era una estación compacta, de hermosas líneas clasicistas, combinando el ladrillo de tejar con la piedra en mampostería. Los arcos de medio punto eran un frecuente elemento de éstos edificios pertenecientes a aquel ferrocarril. En la explanada de la estación se levantaban también algunas casillas anejas de servicio, y una rotonda de suelo giratorio, donde las locomotoras eran giradas para cambiarlas de sentido cuando era necesario. Junto a ésta se levantaba un soportal para guardar locomotoras, con dos grandes arcos de medio punto. Las instalaciones de la estación fueron desmontadas a partir de 1965 cuando el tren dejó de llegar, sobreviviendo el propio edificio de la estación poco tiempo más. Únicamente quedaron en pie unas casillas que posteriormente sirvieron como lavabos del campo de fútbol que se instaló aquí y que funcionó hasta mediados de los años 80, así como lavabos de la antigua plaza de toros desmontable. También sobrevivió más tiempo que lo anterior el muelle de carga de la estación, que estuvo en pie hasta 1994; de hecho, algunos niños que no habían conocido la estación creían que ése muelle era la estación en sí. El muelle de carga era un edificio de estilo industrial de finales del siglo XIX y principios del XX, en el que el ladrillo se combinaba con las puertas corredizas de madera, siendo lo más llamativo su cubierta de tejas "mecánicas" y los tirantes de las vigas de madera con tornillos reguladores.

El parque de la estación, conocido en el pueblo como "parque de abajo" fue inaugurado poco después de desaparecer las vías de tren del lugar, que pasaban por el centro de lo que ahora es el parque. Se dotó de un paseo de arena central y césped a los lados y se rodeó todo él de arbustos de Aligustre. En su margen que da a la antigua bodega de J. Espada, se plantó una formidable fila de álamos blancos o chopos que en no muchos años crecieron hasta alcanzar alturas enormes. El parque se nutrió de otras especies de árboles y arbustos que junto a los chopos y el césped hacían del lugar un remanso de frescor en verano. El color verde dominaba en el lugar. El parque vivió su mayor apogeo en la década de 1990, cuando se convirtió en frecuente punto de reunión de jóvenes y adolescentes, reuniones, partidas de cartas, amores y conversaciones a cualquier hora del día. Los ancianos también disfrutaban de su espléndido frescor y sombra por las mañanas y tardes. Hacia el año 2000 el parque fue reformado, quedando con el aspecto actual.

La residencia y centro de día de mayores se levanta junto al parque y fue inaugurada en 2003. Es un moderno edificio funcional junto al cual existe desde los años 90 el centro de salud, también moderno, que supuso una notable mejora en los servicios de salud del pueblo. La Plaza de Toros se levanta donde desde 1969 hasta 2001 se colocaba una plaza desmontable para las celebraciones taurinas de las fiestas del pueblo. La actual plaza de toros es de estructura de hormigón, inaugurada en 2002 y se usa para eventos taurinos, conciertos y también sirve como pista de aterrizaje vertical de los helicópteros de emergencia.

En el Paseo de la Estación se celebra hoy en día el tradicional mercadillo ambulante, que hasta la década de 1990 se hacía en la plaza del Mercado, hoy Avda. de la Constitución. Todos los martes, la zona del mercadillo se puebla de puestos y personas que bajan a los mismos.

Durante bastantes años se estuvo celebrando en la explanada de la desaparecida estación la quema del Mayo de los Quintos, fiesta desgraciadamente desaparecida hacia 1995, en la que se quemaba leña colocada alrededor de un gran tronco vertical o Mayo. Esto se celebraba de noche y alrededor de la lumbre, los Quintos repartían magdalenas y vino a los vecinos que acudían a verlo.

ESQUINA, calle de la

(de la C. del Cerro a la Avda. de Juan Carlos I)

Calle de antiguo trazado, estrecha y compuesta en gran parte por casas de tipo tradicional. Su denominación es antigua, probablemente referida a la pronunciada esquina que forma con la C. del Cerro.

ESPAÑA, plaza de

Según el actual plano callejero, se denomina con éste nombre a la explanada delantera de la estación de autobuses, construída en el año 2001. En éste lugar había una frontera agrícola en la que en días de lluvia se formaba una gran charca.

ESCALONA, calle de

(de la C. de Juanes al límite con el campo)

Calle de trazado antiguo, compuesta de diferentes tramos de épocas distintas, posiblemente se llama así al mirar  más o menos en dirección a la carretera de Escalona y ser en épocas anteriores una calle tomada en ocasiones para ir hacia allí. En su primer tramo, en el centro del casco antiguo, sus edificaciones son de tipo tradicional, alternadas con otras de nueva construcción, y en su último tramo, las viviendas adosadas construídas en la década de 1990. Desemboca hoy en día en un camino rural con algunas huertas y casillas.

Destaca en el primer tramo y en el cruce con la C. Ntra. Sra. de La Poveda, la Fuente de Los Caños, construida en 1862. Se encuentra la fuente integrada en un recinto en forma de placeta encalada tipo manchego. La fuente presenta un frente de piedra de granito labrada de cierto barroquismo y los dos caños que posee están decorados con sendas cabezas de león de hierro fundido. En el centro contiene la inscripción que dice "Se construyó a espensas de los fondos municipales. Año de 1862". Tiene la fuente en su parte inferior una gran pila que recoge el agua que fluye.

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Escalona de Alberche es una antigua población toledana situada a orilla del mismo río que baña la vega de Villa del Prado. Desde tiempos remotos ha habido cierta relación entre nuestro pueblo y Escalona, siendo además lugar de paso desde Villa del Prado hacia Toledo. Destaca en ésta población el castillo, que fue residencia de D. Álvaro de Luna, también señor de Villa del Prado, siendo ésta una de sus residencias preferidas. Asimismo encontramos en Escalona restos de robustas murallas y una iglesia parroquial pequeña, pero con abundantes elementos artísticos conservados en su interior, como retablos, un órgano barroco y un coro con sillería de madera.

ERA, calle de la

(de la Avda. de Juan Carlos I al camino vecinal de Pelayos de la Presa)
Denominaciones anteriores: su último tramo se llamó hasta 1998 "Calle de Oviedo"

Se formó ésta entre finales de los años 1970 y principios de los 80 en el tramo inicial del camino que conduce a Pelayos, siendo continuación de la calle del Cerro tras cruzarse la carretera  de Cadalso. Sus márgenes ofrecen chalets con jardín, que son el único modelo de construcción en ésta calle. Al final de la calle comienza el camino que asciende por los cerros y montes del norte de Villa del Prado y lleva hasta Pelayos de La Presa.

La calle de la Era recibe su nombre al estar construída muy cerca de unas eras altas que había mirando hacia la zona de Picañejo, las cuales existieron hasta comienzos de la década de 1990, aunque ya sin uso en sus últimos dias, junto con una portalera de labor aislada en el campo. Las eras, en general, son una importante pieza de la antigua vida agrícola de Villa del Prado. Había eras repartidas por todos los alrededores del pueblo, de las cuales queda apenas alguna hoy día, aunque algunas sobrevivieron hasta casi el año 2000. Las eras de Villa del Prado reciben su justo homenaje en ésta calle pues fueron lugar de labor con las trillas, cánticos de labradores mientras trabajaban, meriendas familiares en las tardes de verano y lugar de paseo y encuentro.

El camino de Pelayos es en todo su trazado, bastante escarpado y atraviesa unos paisajes de gran belleza. A lo largo de más de una decena de kilómetros de camino montaraz podemos observar gran parte de la flora y vegetación características del municipio pradeño y sus alrededores. Pinos, encinas, enebros, jaras, tomillos y otros matorrales, así como flores silvestres de temporada jalonan éste camino, tal vez el más hermoso de los caminos vecinales que salen de Villa del Prado. Frecuentado hoy en día por paseantes, ciclistas y motoristas, éste camino de gran antigüedad sale atravesando bosques de encinas y jarales en línea recta por el norte del término municipal y se adentra en el de San Martín de Valdeiglesias, pasando una pequeña laguna natural y adentrándose después entre bosques de pinos en el término de Pelayos de la Presa donde se desvía en la margen izquierda hacia el mencionado pueblo y a la derecha hacia la cola del pantano de Picadas donde está la depuradora y zona de picnic, desembocando en la carretera 501, cerca también del pueblo de Pelayos.

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Pelayos de la Presa, antigua y pequeña localidad situada justo al norte de Villa del Prado centra su historia alrededor del monasterio que la dio vida, un soberbio monasterio de origen medieval y reconstruído en el siglo XVI, que hoy está en ruinas tras el "Mendizabalazo" de 1836. Tiene una amplia tapia que lo rodea, pero desde su exterior pueden observarse parcialmente sus vetustas e imponentes ruinas que merecen una consolidación y restauración al ser éste monasterio el más preciado bien cultural que posee Pelayos.

EMMA GONZÁLEZ TABLADA, calle de

(de la C. de José Antonio al paseo de la Estación)
Denominaciones anteriores: "Grupo José Antonio"

Se compone ésta calle de un tramo principal y dos ramificaciones. Se formó a comienzos de la década de 1950 cuando se construyó en éste lugar una colonia de casas blancas de estilo "manchego" destinadas a vivienda de los maestros y profesores de los nuevos colegios también construidos alrededor de la misma época. A éste grupo de casas se le denominó como "Grupo José Antonio", denominación que también afectó a las tres calles que lo forman.  Ésas casas se utilizaron para su primitivo fin hasta la década de 1990, incluso alguna sirvió como improvisado centro de salud mientras se construía el actual. Posteriormente fueron todas rehabilitadas para convertirlas en alojamientos rurales, función que desempeñan hoy en día.

En la margen derecha se encuentra hoy en día el edificio de la Casa de niños, con su pabellón anejo. Del primer edificio nos ocuparemos al hablar de la Plaza de Francisco Calés Otero, pero de su pabellón anejo hablaré aquí. Se trata de un edificio meramente funcional, construído hacia 1970 y se hizo como ampliación separada del anterior, con clases mixtas, según la nueva ley de educación del Sr. Villar Palasí. Se le denominó como "Grupo escolar José Antonio" hasta el establecimiento de la Casa de Niños a finales de la década de 1990.

Ésta calle que nos ocupa está estrechamente ligada a la Educación, por lo que en 1998 se dedicó su nombre a Dª Emma González tablada, maestra del pueblo, que además vivió en las mencionadas casas blancas.

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Dª Emma González Tablada nació en Madrid en 1906. Estudió magisterio en Valladolid y tras obtener su título ejerció como maestra interina en Casavieja (Ávila) y posteriormente en el colegio de Santa María de la Cabeza en Madrid.  En el verano de 1936 se encontraba de vacaciones en Portugal y estalla la guerra civil y regresó rápidamente a España para no perder la plaza de maestra y finalmente se la destinó en Lucillo (León).  En 1937 fue destinada a Benlloch (Castellón) donde ejerció hasta 1954. Posteriormente pide traslado a Madrid y llega a Villa del Prado de donde en un principio pensaba marcharse pronto, pero se quedó definitivamente ejerciendo de maestra hasta 1976 en que se jubiló, quedándose definitivamente a vivir en el pueblo. Ha sido maestra de varias generaciones y es recordada con especial cariño por gentes de los pueblos por los que ha pasado. Actualmente a sus 98 años es una de las personas más mayores y veneradas de Villa del prado estando en un perfecto estado de lucidez y energía y son frecuentes sus paseos por las calles de nuestro pueblo. En 2006, con motivo de su 100 cumpleaños ha recibido numerosas muestras de cariño.

EDUARDO PÉREZ COLINO, calle de

(de la C. Escalona a la C. de Jesús Sampedro)

Se formó ésta calle en la década de 1990 sobre unas antiguas tierras de labor y herrenes, estando aún parte sin urbanizar. Sus construcciones son generalmente casas modernas con jardín, y en su primer tramo existe una nueva casa titulada "Villa Zamandujas", de grandes proporciones y fachadas de estilo tradicional.

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D. Eduardo Pérez Colino nació en Villa del Prado a finales del siglo XIX y fue uno de los alcaldes que tuvo el pueblo en el siglo XX. Era hijo del comerciante D. Joaquín Pérez, que en 1889 fundó una gran tienda en la actual calle del Generalísimo. Falleció D. Eduardo Pérez en 1946.

DUQUE DE AHUMADA, calle del

(de la Avda. De la Piscina a la Pza. de España)

Calle recién formada y aún sin urbanizar. Ofrece únicamente a una de sus márgenes la tapia del cuartel de la Guardia Civil. En honor a la proximidad de éste cuartel se le puso el actual nombre.

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D. Francisco Javier Girón, Duque de Ahumada, nació en Pamplona en 1803. Ingresó muy joven en el Ejército y participó en la guerra carlista. En 1840 alcanzó el grado de Mariscal de Campo. Posteriormente el gobierno encomienda al duque la creación de un nuevo cuerpo de seguridad destinado principalmente a mantener el orden y la seguridad en el medio rural. Funda entonces el Duque de Ahumada la Guardia civil en el año 1844. Falleció en Madrid en 1872.

DEPÓSITOS, calle de los

(de la C. Infante a la C. de Jesús Sampedro)

Conocida también como "Cuesta de los Depósitos, ésta escarpada calle es de formación antigua y conduce directamente a los antiguos depósitos de agua municipales, creados al instalarse las primeras conducciones de agua potable al pueblo en la primera mitad del siglo XX. El paraje de los Depósitos es lógicamente un lugar alto y próximo al casco urbano y desde el cual hay excelentes vistas de todo el pueblo.

DEHESA, calle de la

(de la C. del Cristo de la Sangre a la C. de Santander)

Se formó ésta calle entre las décadas de 1970 y 80, siendo anteriormente parte del primitivo paso a la zona de la "Florida Chica" y formando actualmente parte de ella las tapias de las instalaciones deportivas de la piscina municipal. Destaca en ésta calle la pared del frontón de dicho polideportivo y las instalaciones y parque móvil de la Guardia Forestal. El resto de la calle se compone de tapias de jardines de chalets.

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La calle de la Dehesa recibe su nombre en justo homenaje a las dehesas de Villa del Prado, las cuales se reparten de forma generosa y abundante por el centro y sur del municipio. Son zonas de agradable verdor en tiempo húmedo, con abundantes retamas u otras matas silvestres, encinas o fresnos, según el lugar. Lugares tradicionales de pasto de ganado, destaca en especial la Dehesa del Alamar. Otras extensas dehesas se encuentran en la Poveda o en la zona conocida como los "Cinco Sotos".

CRUZ DURÁN, calle de

CRUZ DURÁN, calle de

(de la Avda. del Alamín a la C. de Santa Lucía )

Pertenece ésta calle a la urbanización de casas adosadas con jardín y patio que se construyó a partir del año 2000 en unos antiguos terrenos de labor, junto a un tramo del cauce del Arroyo de la Plaza, frente al matadero municipal.

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D. Cruz Durán García nació en Villa del Prado en 1918. A pesar de su brillante expediente escolar, tuvo desde muy joven que hacerse cargo del oficio de transportista, heredado de su padre y abuelo. Con antiguos camiones y camionetas exportó al principio mercancías diversas, frutas, vino, etc. hacia Madrid en una época en que su vehículo era casi el único existente para tal fin en el pueblo. En 1936 estalla la guerra civil, que marcaría su vida de forma importante. Durante la persecución religiosa de aquellos días, Cruz salvó la vida a los sacerdotes de Villa del Prado, D. José González Naveira y D. Jose María, sacándoles del pueblo en un automóvil y trasladándolos de noche a un escondite en Madrid. Alistado en el bando Nacional, Cruz participó en muchas misiones de guerra como chófer militar por diversos frentes en distintos puntos de España hasta el fin de la contienda en 1939, tras lo cual prosiguió realizando servicios al Ejército unos años más tarde. Retomado su oficio de transportista civil, continuó junto a otros transportistas del pueblo exportando hasta su jubilación en 1988 muchos productos del pueblo a la capital. En la década de 1950 Cruz Durán fue nombrado Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Villa del Prado, cargo obligatorio y gratuíto que desempeñó durante bastantes años y durante su etapa en el ayuntamiento se construyeron entre otras cosas, el nuevo cuartel de la Guardia Civil. A finales del siglo XX Cruz Durán fue nombrado presidente de la Hermandad Sacramental de la parroquia y miembro del consejo pastoral parroquial. Falleció en Villa del Prado en 2004.